La morfea (esclerodermia localizada) es un raro trastorno fibrosante de la piel y los tejidos subyacentes que se caracteriza por el engrosamiento y endurecimiento de la piel debido al aumento de la deposición de colágeno. La importancia de la enfermedad depende de la extensión de las lesiones, el potencial de discapacidad funcional o desfiguración cosmética y la presencia o ausencia de manifestaciones extracutáneas.
El tratamiento depende de la forma clínica; las formas circunscritas pueden requerir solo tratamiento tópico, mientras que las formas que causan deterioro funcional o cambios cosméticos severos pueden requerir tratamiento sistémico. Aunque la esclerodermia localizada tiene un buen pronóstico, algunos subtipos clínicos pueden ser deformantes e incapacitantes irreversiblemente, especialmente cuando afectan las extremidades o la cara.